La eurodiputada de Izquierda Unida Ángela Vallina solicitó ayer a la comisión de Peticiones (PETI) del Parlamento Europeo que se envíe una carta al Gobierno de Castilla-La Mancha para que explique los recortes introducidos este año a la agricultura ecológica y exigió a la Comisión Europea que incluya subvenciones para fomentar este tipo de producción sostenible en sus planes para la Política Agraria Común (PAC) de aquí a 2020, ya que estaría en consonancia con lo acordado en la cumbre del Clima de París.
“El campo castellano-manchego, al igual que el campo en el resto del Estado español, debe ser apoyado por las administraciones públicas con el objetivo de orientar el modelo de explotación a los circuitos cortos de producción y consumo, así como a la garantía de estabilidad en los precios e ingresos para las pequeñas explotaciones, sobre todo aquellas dedicadas a la agricultura ecológica y sostenible”, defendió la eurodiputada durante el debate de la petición presentada por Jorge Rodríguez en nombre de la Unión de Uniones de Castilla-La Mancha.
Rodríguez denunció en Bruselas los recortes introducidos por la Consejería de agricultura en marzo de 2016. Recortes que oscilan entre un 29% y un 67% con respecto a los presupuestos del año anterior y que, desde su punto de vista, hacen inviable la sostenibilidad de los cultivos ecológicos de herbáceos, olivar, viñedo y frutos secos -si bien las de estos dos últimos productos fueron restituidas este año-.
Vallina culpó de la “situación endeble” que atraviesa el sector primario a las políticas de los Estados miembros y “a la indiferencia de los gobernantes a proteger a las y los pequeños productores, utilizando el potencial del mercado agrícola europeo como moneda de cambio en acuerdos de libre comercio” como el recientemente firmado con Canadá.
La petición, tal y como defendió Vallina, quedará abierta y ahora el Gobierno de Castilla-La Mancha tendrá que explicar las decisiones tomadas en la reducción de estas ayudas.